Era la hora de iniciar la asamblea general. La instancia donde se definirían las futuras emociones. Todos habían sido puntuales. El primero y más puntual en llegar fue el Miedo; le siguió la Paciencia, al que no le molestaba esperar a los demás; luego la Desconfianza, que se sentó sola en un rincón; el Cariño, que compartía con muchos de sus colegas; la maldad… De esta forma todas las emociones y sensaciones se dieron cita en dicha reunión, que por cierto no comenzó hasta que llegó el Amor con la Amistad, una pareja muy estrecha que a ratos las confundían.
Todas la vocecillas se vieron interrumpidas cuando la voz imponente y penetrante de la Justicia dijo al resto de los asistentes que se daba inicio a la sesión.
Fue la Verdad quien tomó la palabra insistiendo en su disgusto por la decisión de las últimas reuniones, por otro lado, la Mentira le preguntaba a la Felicidad que opinaba de lo expuesto y como era de esperarse no respondió. Al otro extremo de la sala, la Confianza se animaba a hablar, pero fue interrumpida por la Comprensión que se ponía en el lugar de la Melancolía…
Así pasó la larga jornada, jornada que terminó como se esperaba. El amor seguiría vistiéndose con las ropas de la amistad.