sábado, 19 de junio de 2010

Te dedico el sonido de la aspiradora,
el ruido de la juguera
y ¿por qué no?
los meneos de la lavadora.

Tambien te dedicaría la esperma de la vela usada,
pero boté los restos cuando llegó la luz a mi casa.

(Inspirado en un articulo de http://poesiasybaratas.blogspot.com/ )