domingo, 26 de julio de 2009

Desde niño pensó que mientras más vieja era la gente más temprano despertaba por las mañanas. Lo descubrió comparando a sus abuelos, sus padres, su hermano mayor y él mismo.

Un día supuso que si sus abuelos tenían 60 años y despertaban a las 7:00 am entonces alguien de 100 años no dormía ni un momento del día.

Ya con 83 años, descubrió que su teoría era errónea, pues es a los 76 años es cuando se deja de dormir.